Los acontecimientos acaecidos en Londres hoy, me recuerdan un texto del cual extraigo algunas explicaciones sobre lo vivido:
Se entiende por terrorismo: "el uso calculado de una violencia inesperada. chocante e injusta, ejecutada conta civiles no combatientes o en su defecto sobre blancos simbólicos del poder. Violencia que es perpetrada con la finalidad de provocar terror en la población".
Se trata de una operación que involucra el propósito de obtener el control emocional de la población amiga, aliada o cercana al enemigo. Por lo tanto, las victimas directas son solo instrumentos para provocar una operación psicológica a gran escala. Se espera como resultado el debilitamiento de las bases del poder enemigo.
El objetivo del acto terrorista es eliminar los blancos civiles más adecuados para implantar ansiedad, miedo, dolor y terror en la mente de los que miran, los que oyen y los que finalmente se enteran de los atentados y aprenden a temerles.
El terrorismo es un consumidor ávido de protagonismo y los medios de difusión masiva se lo garantizan. Es más, algunos atentados parecen estar armados y casi "enlatados", listos para los periodistas.
Esta estrategia violenta surge en el siglo XX en el desarrollo de las guerras mundiales y el uso de instrumentos letales que trapasaron las líneas de la lucha entre combatientes para afectar directamente a poblaciones civiles.
El terrorismo siempre incluye:
- una violencia premeditada
- que se ejerce para intimidar a la población
- mediante acciones contra civiles no combatienetes
- para ejercer coerción sobre el/los gobierno/s
- con la participación de individuos o miembros de grupos clandestinos
- para tratar de hacer aceptar sus demandas mediante la violencia
- con el fin de difundir o hacer avanzar una causa política o religiosa.
Se discute el carácter de trastorno o enfermedad psiquiátrica del terrorista aunque no hay acuerdo final al respecto.
Antecedentes: Corsi, Jorge y Graciela M. Peyrú. Violencias sociales. Ed Ariel. Barcelona, 2003.
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